Apenas terminaba mi gesta uteriana
Las entrañas de mi madre, mi ser ya formaba
En una extraña tierra, no muy lejana
Una casa me esperaba
Con montañas blancas de cimas rosadas
Ríos de leche, de ellas brotaban
De frondosos árboles de cálidas ramas
Alimento me proporcionaban
Sentía un cercano lucero
Que dio luz a mi ser
Vigilante, brillante y sincero
Y desde la perspectiva horizontalidad
Mis ojos pude abrir, para descubrir
La proverbial inmensidad
Del cielo azul protector de mi existir
Era el techo de la casa que me saludaba
Mis ojos curiosos un nuevo hogar exploraban
Y la naturaleza antropoide a gatear me enseñaba
Mimos, risas y ternuras las paredes de mi casa formaban
Pisos de blancas baldosas
Para no tropezar
Reflejos de manos cuidadosas
Me enseñaron a caminar
En lengua castellana fue mi consentir
Letras que mi madre con amor hilaba
Para mis primeras palabras vestir
De lenguaje que ella usaba
Recuerdo un hermoso jardín
Y a mi madre regar y cantar
Con idílico fin
Para adornar de DIOS el altar
Aromatizaban mi casa nobles ciruelos
Donde solíamos soñar
Con las historias de mis abuelos
Memorias de estas tierras cuan riqueza juglar
Herencia de Cervantes, Neruda y Hernández
En Atlántida travesía
Que remontan los Andes
Plena e hilarante de poesía
Tu alacena llena de literatura
Para saciar apetitos de letrada ingestión
Platos llenos de cultura
Honor que nos hace su noble anfitrión
Musa de mi inspiración
Euforia de mi escribir
Tu nombre JOSE ASUNCIÓN
Casa SILVA de mi sentir.
RUBEN DARIO VALBUENA NIÑO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
mis letras serán tu espejo
donde verás tu reflejo
serán de tus sueños roca
que tu realidad evoca
serán fantasía
hecha poesía
serán principio y serán fín
donde tu cuerpo y espíritu encuentranafín
la letra forma la palabra por la que fui creado
idealizándo todo lo fundado
les regalo mis pensamientos
de los cuales, ustedes son cimientos
i yee neey
Te saludo y a la divinidad que hay en vos